lunes, febrero 23, 2009

Querido Robinsón

Querido Robinsón: ando pensando,
si a bien lo tienes, visitarte en breve,
antes de que el androide se subleve
y un clan de mercenarios tome el mando.
He oído de tu isla tantas veces...
que allá enferman el cable y el tornillo
y que el sol juega al corre-que-te-pillo
con Viernes, con la fruta y con los peces.
Que no hay preceptos ni armas ni oraciones
ni timbres ni relojes, no hay maltrato
ni abusos ni intenciones de matar.
Por lo demás no soy, juro, novato
en dar de comer a los tiburones.

Atentamente, un loco por el mar.







viernes, febrero 13, 2009

Brindis III (para los enamorados)

Brindo por la decadencia
de un tiempo en que nunca fuimos,
por esos tiernos racimos
del vino de la inocencia.

Por la flor de tallo largo
que rompió de los esquejes,
por la cruz de los herejes,
por el baile del letargo.

Por el vals de las hormonas
que reaccionan en cadena,
por Barbie cara-de-pena
y su club de niñas monas.

Brindo por los corazones
que al amor arriendan nicho,
por los pares que han predicho
la alternancia de los nones.

Brindo (ya llegando al fin)
por el sentir cotidiano
a pesar del Vaticano
que hizo santo a Valentín.





martes, febrero 10, 2009

No tengo duelos (con gratitud a M.A. por el verso robado)

No tengo duelos para cada entierro,
no tengo llave de todas las puertas
que amo, como tus piernas, ver abiertas
y con tesón renuente sólo cierro.

No tengo la receta milagrosa
que a ti y a mí nos cueza en mismo guiso,
no tengo entradas para el Paraíso
ni salidas de humo para esta fosa.

Sólo tengo un jarabe de ilusiones,
un vale canjeable por un beso
que a mor de no usarlo ha caducado,
una vela para los apagones,
un seguro de no-salir-ileso
y un triste corazón deshabitado.

lunes, febrero 09, 2009

Boquerona (para I.)

Princesa al sur del sur, camaleona
-que debe ser como leona en la cama-
no quiero saber, cuando se os inflama,
cómo es la mise en scène boquerona.

Señora honoris causa, faraona
de vientos a favor a toda llama,
en vos confluyen la amiga y la dama
arrancando espinas de mi corona.

Si no encuentras justicia en mi poesía
para tanta virtud, sol, no te apures,
que cuando alguna noche triste beben,
de más está decir que en demasía,
cuando ebrios se distraen los calambures
las musas no me dictan lo que deben.

lunes, febrero 02, 2009

Retroback 09

Mudándome a Manhattan sin remedio
con Woody por resolverle una duda,
vistiendo de humildad la isla desnuda,
matrícula de honor con ocho y medio
al temple de un quimérico inquilino,
cuadrando en rojo el círculo Melville,
corriendo hasta que el alma trastabille,
tiñendo de giallo el intestino,
bañándome en Trevi con Anita,
odiando al despiadado Zampanó,
imitando una vida de juguete,
te dejo, Caligari, tengo cita
con la camarada Greta... es que yo
crecí, perdóname, en la fila siete.


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