Por robarte un pensamiento
para pensarlo contigo
me multa sin más testigo
de cargo el ayuntamiento.
Por robar la luna llena
para lucirla en tu escote
me va persiguiendo al trote
un canto azul de sirena.
Por quererte en los portales,
los parques y los jardines
me huelen los calcetines
a inciensos municipales.
Por trepar a tu ventana
para cantarte boleros
me mandan a los bomberos
y a la autoridad urbana.
Ya que entiendo que la vía
pública es una perrera
salgo siempre con chequera
para atender con oficio
esos gajes del servicio
de la santa policía.
2 comentarios:
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Claro que me interesa, gracias. Lo que no sé es si estaré para verlo. Me pregunto: ¿infringirá las ordenanzas la concentración? Lo que deberían prohibir es plantar caballos en las azoteas
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