Mariano sigue el Lucero
que ilumina al continente,
pues si no es Mago de Oriente
no se entiende que a un trilero
lo reelijan Presidente.
Al grito desde el espejo
"¡que viene Susana, payo!"
en la garganta hacen callo
los vinos del Año Viejo
y de la Misa del Gallo.
Albert, azúcar y sal,
más que el hambre necio y listo,
así, en un visto y no visto,
lo mismo adora al Zagal
que idolatra al Anticristo.
Y en un santiamén, mañana
con alforjas por ojeras
monta un especial Ferreras
de Nochebuena con Ana
por si, Niño Pablo, nacieras.
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