sábado, agosto 15, 2009

Toda la mar por delante

I

Pluma en ristre me embarco a la aventura
de navegar contigo sin hundirme
anémico de genio y de figura
y ahíto de encallar en tierra firme.

Izando velas hacia nuestro cielo
desafiando a los vientos de la suerte
las olas arrostrando a contrapelo
batiéndonos el cobre con la muerte.

Así al cabo del destino aún resuena
ese tango tan gaucho y tan porteño
a la luz de la luna de mi pena
y aunque el mar con desdén me frunza el ceño
mamé de mis naufragios en la arena
que lo más grande está en lo más pequeño.

II

Navega sin temor, velero mío,
que nos tiende sus brazos la bonanza
y la isla que vigila este amorío
se deja ver ya por la lontananza.

Nos guía el vuelo de una estrella errante
que con tus ojos suma tres luceros,
al frente toda la mar por delante
juez y parte de días venideros.

La sal cicatrizando la sutura
que impone como un pérfido estilete
el zigzagueo de esta singladura,
excitado el timón, gravoso el flete,
el gran azul me enseña sin premura
el arte vitalicio del grumete.










3 comentarios:

Anónimo dijo...

http://www.youtube.com/watch?v=ul75hjifC1o

Selu dijo...

Gracias. De hecho, esta canción y la citada morena (junto con lo que ella y yo sabemos) son la fuente de inspiración de este poema (y de muchos que están por venir)

Anónimo dijo...

Mira que me había propuesto no volver a escribir pero es que no paráis de tocarme... la fibra sensible. Javier Ruibal, vaya, al final, ¿volvemos a la copla?

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