En mis desolaciones, ¿qué me espera?... / (ya apenas veo tu arrastrante falda) / una deshojazón de primavera / y una eterna nostalgia de esmeralda (Manuel J. Othón)
Y después vendrá el silencio estridente,
la retirada y las avanzadillas,
después de ti insisten las pesadillas,
los desmayos y el vértigo renuente.
Después de ti y de mí, tan de repente,
la sed enlutará hojas amarillas
y el amor imprudente de rodillas
morirá, de rodillas, imprudente.
Después fermentará la levadura
absurda de la sinrazón impura,
granito en el culo sin feldespatos.
Entre tú y tú la fina línea roja
que sangró (en tinta impresa la congoja)
por dos veces los mismos garabatos.
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