Parece que fue ayer cuando mañana
en vísperas del día de después
dispuso los minutos del revés
la táctica del tactic: filigrana.
Las horas naufragando en la semana
que empieza cuando llega fin de mes
al par que desandando van los pies
a paso de mortífera desgana.
Presiento acá, letal y afín, el ruido
nocturno de saetas, subversivo,
impúdico, doliente, sostenido.
Presiento que ya solamente escribo
desde el ángulo muerto del olvido
para purgar los golpes que recibo.
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