Cary Grant en Niza de vacaciones
enamorándome hasta los millones
de ti, como hace el sol con cada día.
En un mundo perfecto tú serías
Deborah Kerr vagando por cubierta
girándote al amor a tumba abierta
con tus manos temblando entre las mías.
Es así que habríamos prometido
velar tiernamente nuestros destinos
que siempre supo y nunca vio la abuela.
Así derogamos lo desvivido
pactando figurar nuestros caminos
hacia el cielo en la Torre de la Vela.
6 comentarios:
A pesar de lo dirigido por otro duro, otrora enamorado, no hay mundo perfecto. Pero, si hay que convivir con la imperfección que sea en Granada o en la casa de la abuela, que también tenía muy buenas vistas. Ahora, siéntate y llora.
A sus órdenes, dulce draipc
Hace tiempo leí Madre Noche, de Kurt Vonnegut (de la que Wikipedia me acaba de informar que hay una versión cinematográfica protagonizada por Nick Nolte) y una de las cosas que recuerdo es que el único país que tenía sentido para el protagonista era das Reich der Zwei, la nación de dos. Entonces me pareció un recurso forzado, sentimentalista, una excusa para poder hacer lo que te dé la gana en la vida pública. Pero desde hace más de un año, creo que ese mundo perfecto, en Granada o donde sea, está en (o es un superconjunto de) das Reich der Zwei.
No sé si esto tiene mucho que ver con la entrada, pero me daba pereza crear un blog propio :)
Muchas gracias por la información, que desconocía por completo, y por tu opinión. Realmente me falta base para pronunciarme al respecto, pues ni he leído Madre Noche ni he visto la película, pero no me resisto a hacer un par de comentarios:
- Donde quiera que localicemos ese mundo perfecto yo habría de ser Cary Grant (si no, no sería perfecto)
- Yo soy más del Reich del "mucho más que dos", al estilo del gran Mario Benedetti
- Hay muchos Carys, no seas egoísta. Puedes quedarte en un mundo perfecto con Deborah, yo asumo las imperfecciones de Audrey.
- "Y en la calle codo a codo somos mucho más que dos", me recuerda a Barbra... "you push too hard!"
ayy... "la casa de la abuela"...
he comprobado con enorme agrado (y creo que no ha sido sólo por casualidad)
que otros amores, otros encuentros, han tenido lugar en tan magnífico escenario,
tan inigualable entorno, tan especial hotel.
Como vosotros, Cary y Deborah, yo también viví allí momentos de amor y pasión que me hicieron pensar
que era posible, aunque sólo fuera unos instantes, un mundo perfecto.
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