jueves, noviembre 02, 2006

No me dejas opción

Quisiera describir con pocas letras
lo que me mueve a ser tu admirador,
quisiera redimir todas mis penas
bebiendo del maná de tu candor.

Quisiera describir con pocas letras
lo que me empuja a hacer tu voluntad,
te cambio los pecados que cometas
por un momento de felicidad.

Tú eres como el agua cristalina
del río que navego en mi soñar,
doy fe de que no hay agua más bendita
que la que fluye por tu manantial.

Tú eres como el agua cristalina
del río que navego hasta alcanzar
la paz en un remanso de su vida,
la vida en cualquier ola de su mar.

Tú eres como el sol de cada día
radiante de belleza celestial,
de noche eres luciérnaga encendida
que alumbra mi tediosa oscuridad.

Tú eres como el sol de cada día,
sin ti siquiera sombra puedo ser
de aquel que destruyera sin medida
la terca soledad de nuestro ayer.

Quisiera que acertaras a encontrarte
en esta tan humilde descripción,
yo no lo dudaría ni un instante:
te reconocería entre un millón.

Quisiera que acertaras a encontrarte
en esta tan humilde descripción,
yo no lo dudaría ni un instante:
no me dejas opción.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Vaya escrito lleno de sensaciones que casi ni recuerdo, esa sensación de un amor escondido, ser el admirador, sentir que cada parte de la otra persona forma un bello paisaje para descubrir lentamente.
Esperar una mirada para sentirse pleno de felicidad.

Anónimo dijo...

Un placer

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