sábado, noviembre 23, 2013

Sobre La vida, la muerte y lo de en medio (Cris dixit)


Lo primero es que me ha sabido a poco, pero que no se me malinterprete, es que me he quedado con ganas de más. Pero como dijo Jack, vayamos por partes: nada menos que seis son las que dividen el libro, aunque eso sí, siempre con un personaje en común: Poli Bueno, ni falta hace decir que no fue cosa del azar el nombre. 

Pues bien, seis historias, seis casos para los que nuestro detective intentó encontrar solución, unas veces con más éxito que otras, o más bien unas veces con más empeño que otras. Aún así, todas con un resultado conforme para los clientes aunque quizás no tanto para el lector, eso sí, ningún desenlace fue decepcionante. Hablo por mí cuando digo que esperaba algo más tanto en el caso de Cocaine como de Claudia, de forma distinta. En el primero esperaba más interés, en el segundo más de la supuesta investigación.

No sé mucho de filología, pero la redacción me ha parecido impecable. Supongo que por conocer el escenario he podido imaginarme los lugares y las situaciones con todo lujo de detalles, pero no sólo la descripción física está muy bien sino la psicológica, aunque no sea directa; y eso, en ¿una novela policíaca? es importante. Permite conocer al personaje y adentrarte en la historia como si la estuvieras viviendo de verdad. La utilización de recursos comparativos y de guiños a otros personajes conocidos, me parece un acierto absoluto.

Sobran los motivos para (re)leerla.




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