martes, agosto 07, 2007

Padre nuestro

Padre nuestro que reposas
posiblemente en el cielo
detrás de un tupido velo
coloreando mariposas.

Tu nombre es santificado,
tu voluntad satisfecha
en pos de un reino sin fecha
donde amar ya no es pecado.

No necesito un mendrugo
de pan para las trincheras,
basta con que las banderas
no me opriman con su yugo.

Prefiero ser ofendido
que ofensor en la batalla,
bríndame ser el canalla
lacerado y malherido.

Líbrame del terremoto
ufano de los espejos,
que soy yo mismo de lejos
posando para la foto.

Padre nuestro, a la deriva
me dirijo en ascensor
pues ya lo dijo el mejor:
la tentación vive arriba.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Supongo que si ya tienes tu propio padre nuestro ... entonces ... entonces ¡ya eres un poeta!
Aunque ... siempre lo fuiste, maestro.

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