martes, octubre 02, 2007

Cinco

Impar y rojo, querida,
como todo lo importante
en esta maldita vida
cuando cambia de rasante.

Cinco tumbas peregrinas
que al Cairo van en tanqueta,
cinco lunas asesinas
aguardando en la cuneta.

Cinco que son tres más dos
porque el amor ya no es triste,
terca maratón en pos
de una dicha que no existe.

Ahora todo es diferente
hoy te digo que mejor,
ahora el cielo de repente
cobra un azul redentor.

De mayo a julio luz blanca
que derretía mantecas
pero el otoño ya arranca
de cuajo las hojas secas.

Los lobitos de la loba,
los meses del ostracismo,
los secretos de tu alcoba...
hoy, princesa, soy yo mismo.

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