Te mira suplicando que la toques
te seduce con guiños de bordón
deja que la penetres sin condón
donde otras se abonan a los enroques.
Al traste de una vez con los complejos
vibra el mástil en plena acometida
las cuerdas lo estrangulan, mala vida
la pasión, tan cerca siempre y tan lejos.
Te ama espasmódica y violenta -perrea-
y si metes un gol como el de Zarra
de música se preña, jacta est alea.
Se te pone igual fina que macarra
delicada o traviesa, bendito sea
el sexo sin amor con la guitarra.
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