martes, mayo 20, 2008

Nunca a deshora

Al cabo de mis labios hay un beso
en celo temeroso del afuera
durmiente a la sazón en la salmuera
con que la razón purga el embeleso.

A vuelta de la esquina de mis ojos
hay un brillo temeroso del adentro,
un viaje sin maletas hacia el centro
donde habitan el miedo y los sonrojos.

Al borde de la duda de mis manos
hay caricias guardadas para luego
que es siempre un ojalá o un nunca a deshora.

Así han de conocerme los gusanos
que devoren los designios de mi ego,
así habrá de quererme una señora.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

lindo! :)

Anónimo dijo...

el miedo es lo que nos aleja de la felicidad. Pilar A.

Anónimo dijo...

Hay palabras que deciden marcar nuestras vidas, como pasados que quieren guiar nuestro presente o futuros que desean amargarlo.
Podría estar de acuerdo con Pilar A. (a mi también me ha transmitido algo parecido "Nunca a deshora"), de no ser porque pienso que el miedo y la felicidad son de ese tipo de palabras.
La felicidad es un sentimiento imaginado, que nos entretiene cuando no queremos vivir sentimientos reales ...
El miedo, el miedo es aún peor porque es inventado y/o aprendido, ya tú sabes, yo tengo miedo de tener miedo ...

La duda, que también me transmite tu poema, es otra cosa. Se duda porque el pasado parece querer enseñarnos y porque el futuro acecha siempre ... y entre tanto perdemos lo único que tenemos: el presente.
Así que, maestro, siempre ahora debemos pasear por la vida y dejar que nos embelesen los sentidos aunque luego llegue la razón cargada de sinsentidos ...

Anónimo dijo...

Este escrito es malo, malo pero malo, malo

Selu dijo...

Estamos de acuerdo

Anónimo dijo...

pues a mí no me lo parece

Selu dijo...

Estamos de acuerdo

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