I
¿Quién será -pensarás- la afortunada?
¿A quién dedica mi alma este poema?
Sólo a ti te confío que me quema
por dentro la hoguera de tu mirada.
¿Qué sabe la rutina, qué la prisa
de aquello que calla mi cobardía?
¿Cómo decirte que eres la ambrosía,
que guardo en la retina tu sonrisa?
Puedes ser tú, sí, a quien se lo diga
perdiéndome en tus ojos de pantera
mientras fumo después de la fatiga.
Puedes ser mi brújula y mi rosario
si eres de entre todas la primera
en poner a mi verso un comentario.
II
Como sin duda habrás averiguado
me doy por una noche a tus antojos,
champán francés, sexo y claveles rojos
(absténganse fantasmas del pasado).
Puedo ser la razón de tus motivos
viajar con la lengua por tu espalda
morder la cremallera de tu falda
arrancarte las (puntos suspensivos).
Por si prefieres el anonimato
la cita es esta noche en mi santuario
sabes perfectamente dónde digo.
No hay letra pequeña en este contrato:
vendo al diablo a precio de comentario
lo que arrastra debajo de mi ombligo.
14 comentarios:
¡¡Prime...en poner un comentario!!
Eso sí, advierto que tengo más rabo que la pantera rosa...¿te sirvo, chato?
Pues, aunque no te ajustas al perfil solicitado, si ninguna churri escribiese un comentario para llevarse el premio puedo llamar a otro amiguete que te agarre la punta y salto a la comba con tu rabo un rato.
Jo, yo quiero ser el primen!...
En verdad os digo, hermanos, que los primeros serán los últimos
Cierto. El primero que te la endiñe será el último al que querrás volver a ver. Juas, juas...
Tu endecasínabo mío quiero hacer,
que me deleite tu lengua de poeta,
me señale tu índice y no a la jeta,
demuestres ladrando que sabes morder.
En tu santuario, de rojo ceñido,
presto el cuerpo y alma rasurada
tres deseos te daré, soy buen hada,
los que ocultas debajo de tu ombligo.
Uno: cuartetos de tapas y vino,
Dos: tercetos de risas y de tu olor,
Tres: hacer los dos juntos el camino
que va de tu ombligo hasta mi camisón.
No busques mi nombre entre tus amigos,
lo verás escrito en mi sujetador.
Siempre he sospechado que la amistad está sobrevalorada. Como los estudios universitarios, la muerte o las pollas largas. Los seres humanos elevamos ciertos tópicos a las alturas para esquivar la poca importancia de nuestras vidas. De ahí que la amistad aparezca representada por pactos de sangre, lealtades eternas e incluso mitificada como una variante del amor más profunda que el vulgar afecto de las parejas. No debe de ser tan sólido el vínculo cuando la lista de amigos perdidos es siempre mayor que la de amigos conservados. El padre de Blas solía decirnos que la confianza en los otros era un rasgo del débil, pero claro, cualquier asomo de humanidad era para él poco menos que una mariconada. Coronel en la reserva de consentida inclinación nazi, no concedíamos demasiado valor a sus opiniones. En el fondo sonaba más sabio lo que tirado en una taberna nos gritó un día: “Yo a mis amigos no les cuento mis penas; que los diverta su puta madre.” La amistad siempre me ha parecido una cerilla que es mejor soplar antes de que te queme los dedos y, sin embargo, aquel verano no habría podido concebir los días sin Blas, sin Claudio, sin Raúl. Mis amigos.
Cuatro amigos, de David Trueba.
Aunque a veces falto a lo que digo
cumplo diligente con lo que escribo,
ya seas caballero o dama hoy derribo
muros, seas conocido o enemigo.
Aunque a menudo ladro más que muerdo
por mor de miedo escénico, supongo,
esta noche, pues lo debo, antepongo
el loco que en mí reside al cuerdo.
Si es mujer tu soneto sin remite
volveré a ser niño a mis treintaitantos
jugando con tu nombre al escondite.
Si eres él, bienvenido ese vinito
un par de Jameson y algunos cantos
gritados (pongamos que del Papito)
En vista del éxito obtenido y del aluvión de mensajes de chicas recibidos por vía privada (SMS) me veo en la necesidad de ampliar el plazo para la presentación de nuevos comentarios (públicos, por favor, que si no me colapsáis el teléfono) hasta el próximo lunes a las 14:00 h, hora a la que realizaré un sorteo entre todas las comentaristas para conocer el nombre de la ganadora. ¡Anímate y escribe! ¡Todavía puedes ser tú la agraciada!
Anexo I: Tened presente que por el hecho de enviarme más mensajes que otra no tenéis más posibilidades de ganar, así que conteneos por favor.
Anexo II: No padezco enfermedades contagiosas
un gran abrazo! :)
Lamento llegar tan tarde... me hubiese encantado ser la primera en escribir mi comentario...
confio en una ampliación de plazo!
Ante la afluencia de interesadas/os en la convocatoria anterior es posible, sospecho, que se repita este año. En todo caso, hablaré con el organizador.
bueno, bueno...esto se pone interesante....
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