Dar a tu boca cerezas de mayo,
fulgor a tus poros con geles de miel,
violar los estambres a himno de tallo
que hondos decoran la flor de tu piel.
Regar tu jardín con mareas de sake,
naufragar en tus besos oportunos,
aliviar con caricias el ataque
que antecede a todos los desayunos.
Clausurar la ventana de tus ojos
al secreto susurro de las olas,
elevar tus sueños sobre mis nichos.
Matar con tu paciencia mis enojos
y morir de amor bajo las farolas...
grandes palabras, pequeños caprichos.
6 comentarios:
¡Muy bien Pilar A.!
Abandona a tu maestro
en el camino del soneto
y vente a la poesía libre
de sentimientos y emociones
sin rima
sin métrica
ni arimética
...
¡Vuela sobre las palabras
sin saber si te llevan
o te traen!
Te darán siempre pequeños caprichos
o caprichos pequeños
y efímeramente inmensos porque no habrá tiempo que los mida ni metro que los talle ...
Léase jeroglíficos.
Ya no me voy a meter más contigo ...
Pilar A., no abandones ni los sonetos ni al maestro.
¡Que veamos muchos estrenos de lápices más!
desde luego me pensare muy bien lo próximo en regalar. mi momento en poesía ha caducado, no se, quízás este pensando en un spray y pintar mares.
Pilar A.
Pilar A, no es verdad que haya caducado tu momento de poesía, fíjate lo poético que es lo ultimo que has dicho ... vas a pintar los mares con spray...
Absolutamente de acuerdo con mar-ia
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